Bautismo

El bautismo cristiano de acuerdo con la Biblia, es un testimonio externo de lo que ha ocurrido internamente en la vida de un creyente. Este ilustra la identificación de un creyente con la muerte de Cristo, Su entierro y Su resurrección.

La Biblia declara, “¿Acaso no saben ustedes que todos los que fuimos bautizados para unirnos con Cristo Jesús, en realidad fuimos bautizados para participar en Su muerte? Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en Su muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva” (Romanos 6:3-4 NVI). En el bautismo cristiano, la acción de ser sumergido en el agua, representa ser sepultado con Cristo. La acción de salir del agua representa la resurrección de Cristo.

En el bautismo cristiano deberían haber dos requisitos antes de que una persona sea bautizada: (1) la persona que está siendo bautizada debe haber confiado en Jesucristo como Salvador, y (2) la persona debe entender lo que significa el bautismo. Si una persona conoce al Señor Jesús como Salvador, entiende que el bautismo cristiano es un paso de obediencia al proclamar públicamente su fe en Cristo, y su deseo de ser bautizado – entonces no hay razón para impedir de ser bautizado al creyente.

De acuerdo con la Biblia, el bautismo cristiano es simplemente un paso de obediencia, una proclamación pública de la fe que uno profesa en Cristo solamente para salvación. El bautismo cristiano es importante porque es un paso de obediencia – una declaración pública de la fe en Cristo y compromiso con El, una identificación con la muerte de Cristo, Su entierro y Su resurrección.

Forma correcta de bautizar

La respuesta simple a esta pregunta se encuentra en el significado de la palabra “bautizar.” Ésta viene de la palabra griega que significa “sumergir en agua.” Por lo tanto, el bautismo por aspersión o vertido de agua es un oxímoron, algo que se contradice en sí mismo. El bautismo por aspersión significaría “sumergir a una persona en agua mediante la aspersión de agua sobre ella.” El bautismo, por su inherente definición, debe ser un acto de inmersión en agua.

El bautismo ilustra la identificación del creyente con la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo. “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en Su muerte? Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” (Romanos 6:3.4). La acción de ser sumergido en agua, representa el ser sepultado con Cristo. La acción de emerger del agua ilustra el ser resucitado con Él. Como resultado, el bautismo por inmersión es el único método de bautismo que ilustra el ser sepultado con Cristo y ser resucitado con ÉL. El bautismo por aspersión, o el vertido de agua, se puso en práctica como resultado de la práctica anti-bíblica de bautizar a los infantes. Para más información sobre el bautismo de infantes, ver “¿Qué dice la Biblia acerca del bautismo de infantes?”

El bautismo por inmersión, mientras que es el modo más bíblico de identificarse con Cristo, no es (como algunos creen) un pre-requisito para la salvación. Es más bien un acto de obediencia al mandato de “arrepiéntanse y bautícense” (Hechos 2:38) Aquellos que creen en la regeneración bautismal fracasan en entender que es el “arrepentimiento” la parte necesaria para la salvación, no el acto por el cual declaramos ese arrepentimiento ante el mundo.


Necesidad de ser bautizado

La regeneración bautismal es la creencia de que una persona debe ser bautizada para ser salva. Nuestro argumento es que el bautismo es un paso importante de obediencia para un cristiano, pero rechazamos firmemente que se requiera el bautismo para la salvación. Creemos firmemente que todos y cada cristiano debe ser bautizado en agua por inmersión. El bautismo ilustra la identificación del creyente con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. Romanos 6:3-4 declara, “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en Su muerte? Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” La acción de ser sumergido en el agua, ilustra el ser sepultado con Cristo. La acción de salir del agua, ilustra la resurrección de Cristo.

Cualquier cosa que se añada a la fe en Jesucristo como requerimiento para la salvación, es una salvación basada en obras. El añadir CUALQUIER COSA al Evangelio, es decir que la muerte de Jesús en la cruz no fue suficiente para comprar nuestra salvación. El decir que debemos ser bautizados para ser salvos, es decir que debemos añadir nuestras propias buenas obras y obediencia a la muerte de Cristo, a fin de hacerlo suficiente para la salvación. Solo la muerte de Jesús pagó por nuestros pecados (Romanos 5:8; 2 Corintios 5:21). El pago de Jesús por nuestros pecados es adjudicado a nuestra “cuenta” únicamente por la fe (Juan 3:16; Hechos 16:31; Efesios 2:8-9). Por lo tanto, el bautismo es un paso importante de obediencia después de la salvación, pero no puede ser un requerimiento para la salvación.

Sí, hay algunos versos que parecen indicar que el bautismo es un requerimiento necesario para la salvación. Sin embargo, puesto que la Biblia nos dice tan claramente que la salvación se recibe solo por la fe (Juan 3:16; Efesios 2:8-9; Tito 3:5), debe haber una interpretación diferente de esos versos. La Escritura no contradice la Escritura. En los tiempos bíblicos, una persona que se convertía de una religión a otra, con frecuencia era bautizada para identificar su conversión. El bautismo era el medio por el que se hacía pública una decisión. Aquellos que rehusaban ser bautizados se decía que ellos realmente no habían creído. Así que, en la mente de los apóstoles y los primeros discípulos, la idea de un creyente no bautizado era inaudita. Cuando una persona declaraba creer en Cristo, y sin embargo se avergonzaba de proclamar su fe en público, indicaba que no tenía una fe verdadera.

Si el bautismo fuera necesario para la salvación, ¿por qué habría dicho Pablo, “Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo,” (1 Corintios 1:14)? ¿Por qué habría dicho, “Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.” (1 Corintios 1:17)? Es posible, que en este pasaje, Pablo estuviera argumentando contra las divisiones que plagaban la iglesia de Corinto. Sin embargo, ¿cómo era posible que Pablo dijera, “Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado...” o “Pues no me envió Cristo a bautizar...” si el bautismo fuera necesario para la salvación? Si el bautismo es necesario para la salvación, Pablo habría dicho literalmente, “Doy gracias de que ustedes no fueron salvados...” y “Porque Cristo no me envió para salvar...” Esa habría sido una declaración increíblemente ridícula por parte de Pablo. Más aún, cuando Pablo da un resumen detallado de lo que él considera el Evangelio (1 Corintios 15:1-8), ¿porqué se omite de mencionar el bautismo? Si el bautismo es un requerimiento para la salvación ¿cómo puede cualquier presentación del Evangelio dejar de mencionarlo?

La regeneración bautismal no es un concepto bíblico. El bautismo no salva del pecado, sino de una mala conciencia. Pedro enseña claramente que el bautismo no era un acto ceremonial de purificación física, sino la prueba de una buena conciencia hacia Dios. El bautismo es el símbolo de lo que ya ha ocurrido en el corazón y la vida de uno que ha confiado en Cristo como Salvador (ver Romanos 6:3-5; Gálatas 3:27; Colosenses 2:12). Para dejar perfectamente clara la fuente de la salvación, Pedro añade, “...por la resurrección de Jesucristo...” (ver 1 Pedro 1:3). El bautismo es un paso importante de obediencia que debe realizar cada cristiano. El bautismo no puede ser un requerimiento para la salvación. El considerarlo así, es un ataque a la suficiencia de la muerte y resurrección de Jesucristo.

Sobre el bautismo de infantes

Existe mucha confusión acerca del bautismo en varias denominaciones cristianas. Sin embargo, esto no es resultado de una presentación confusa del mensaje del bautismo en la Biblia. La Biblia es abundantemente clara sobre lo que es el bautismo, para qué es, y cuál es su propósito. En la Biblia, solo los creyentes que habían puesto su fe en Jesucristo eran bautizados – como un testimonio público de su fe, e identificación con Él. (Hechos 2:38; Romanos 6:3-4). El bautismo mediante la inmersión en agua, es un paso de obediencia subsiguiente a la fe en Cristo. Es la proclamación de esa fe en Jesucristo, una declaración de sumisión a Él, y una identificación con Su muerte, sepultura, y resurrección.

En base a lo anterior, el bautismo infantil no es una práctica bíblica. Un infante no puede poner su fe en Cristo. Un infante no puede hacer una decisión consciente de obedecer a Cristo. Un infante no puede entender lo que simboliza el bautismo en agua. La Biblia no registra a ningún infante siendo bautizado. El bautismo infantil fue el origen de los métodos bautismales de rociar o verter agua, ya que era imprudente y peligroso sumergir totalmente a un infante en el agua. Aún el método del bautismo infantil está en discordancia con la Biblia. ¿Cómo puede ilustrar el rociar o verter un poco de agua, la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo?

Muchos cristianos que practican el bautismo infantil, lo hacen creyendo que éste es el equivalente a la circuncisión en el Nuevo Pacto. Desde este punto de vista, así como la circuncisión unía a un hebreo a los pactos Abrahámico y Mosaico, así el bautismo une a una persona al Nuevo Pacto de la salvación a través de Jesucristo. Este razonamiento es anti-bíblico. El Nuevo Testamento en ninguna parte vincula el bautismo con la circuncisión. Asimismo, en ninguna parte del Nuevo Testamento se describe el bautismo como un signo del Nuevo Pacto. Es la fe en Jesucristo lo que permite que una persona se una a las bendiciones del Nuevo Pacto (1 Corintios 11:25; 2 Corintios 3:6; Hebreos 9:15).

El bautismo no salva a una persona. No importa si fuiste bautizado por inmersión, si vertieron agua o te rociaron con ella – si tu no confías primeramente en Cristo para salvación, el bautismo (sin importar el método) es inútil y sin significado alguno. El bautismo en agua por inmersión es un paso de obediencia que debe ser hecho después de la salvación, como una confesión pública de la fe en Jesucristo y la identificación con ÉL. El bautismo infantil no tiene cabida en la definición bíblica del bautismo o en el método bíblico del mismo. Si los padres cristianos desean dedicar su hijo a Cristo, entonces lo apropiado es “un servicio de dedicación del bebé”. Sin embargo, aún si los infantes son dedicados al Señor, cuando crezcan deberán hacer una decisión personal de creer en Jesucristo para que puedan ser salvos.

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